Los parques infantiles suponen un tipo de artículo considerado como prácticamente imprescindible, ya que está implicado en conseguir que su mente se desarrolle (al encontrarse tantos impulsos), para que pueda dar sus primeros pasos y, además, una buena manera de dar un respiro a los padres, ya que es un lugar en dónde pueden estar controlados durante un rato.
Aunque los podemos encontrar disponibles en diferentes materiales, el plástico es el que termina ganando por goleada. Se considera muy fácil de limpiar y, a la vez, tal ligero que lo podemos mover a cualquier parte de la habitación sin complicarnos.
Si quieres comprar un parque infantil plástico, en esta sección encontrarás las mejores propuestas.
¿Qué vamos a ver?
Lo primero que tenemos que considerar es la edad de uso. Está recomendado para poder ser utilizado a partir de los 6 meses, aunque a veces se recomienda que no se use hasta a los 10 meses, cuando el bebé pueda gatear por lo menos (de lo contrario, será como ponerlo en la cuna).
Se sigue usando hasta que el bebé cumple unos 2 años, aunque algunos lo usan hasta a los 4.
Otra de las claves a la hora de elegir un parque infantil plástico es la seguridad. ¿Sabías que más de un millón de parques han sido retirados del mercado porque no cumplían con las condiciones de seguridad establecidas por ley? Ahora ya no existe este problema porque no se puede vender un parque si no las cumple… sin embargo, si te vas a decantar por un parque de segunda mano, deberías de tener mucho cuidado con lo que elijes.
Entre algunas de las pautas de seguridad a considerar, hay que tener en cuenta lo siguiente:
Esquinas: Te tienes que asegurar de que las esquinas sean redondeadas y no puntiagudas; se lo contrario, el bebé se puede hacer daño mientras está jugando. Lo bueno del material plástico es que es mucho más manipulable que otros materiales, por lo que se suelen trabajar las esquinas evitando que estas puedan ser agresivas.
Cuerdas: Los parques que encontramos ahora mismo en mercado no tienen que tener muros sólidos, si no creados a base de cuerdas o hilos de calidad. Esto servirá para que los padres puedan tener controlados a los bebés en todo momento y, además, para que se pueda llegar a ventilar. En este caso, deberíamos asegurarnos de que cumplen con los espacios establecidos para que el bebé no pueda quedarse atascado entre ellas.
Precio: Lo cierto es que un parque infantil plástico no es un elemento de puericultura que se pueda llegar a considerar demasiado económico precisamente, pero si analizamos la duración del mismo, nos daremos cuenta de que es bastante rentable. En el mercado podemos empezar a encontrar corralitos a partir de los 90€ aproximadamente, aunque algunos pueden costarnos más de 200€.
Los modelos más caros también incorporan otras prestaciones como almohadas, sábanas para el colchón, bolsas para almacenar juguetes, mesa para cambiar pañales, un moisés…